Sin diálogo no hay amor

Dialogo

Por falta de diálogo se han perdido muchos de los amores más grandes en este mundo. Sin diálogo no hay amor. Dos personas que se simpatizan necesitan conocerse y para ello requieren hablar cada uno de sus cosas. Esto sucede entre los enamorados pero también entre los amigos. El problema es que nadie nos enseña a dialogar, sino que nuestros diálogos surgen de la necesidad de adentrarnos en el corazón del otro porque es la única forma de estar en comunión. Cuando una de las partes ya no necesita dialogar, el amor se ha muerto.

Sucede exactamente lo mismo con la oración. Es un diálogo entre Dios y yo. Cuando se deja, el amor se apaga. Y sólo resurge cuando volvemos a sentir esa necesidad de comunión con Dios. Pero eso es un don.

Es por todo esto que no podemos tomar el diálogo tan a la ligera. Aunque nadie nos enseñe, hay cosas que podemos aprender.

«El diálogo es más que solo hablar, es abrazar diferentes puntos de vista; literalmente el arte de pensar juntos. En el diálogo la gente aprende a utilizar la energía de sus diferencias para realzar su sabiduría colectiva.» (William Isaacs)

El diálogo es una capacidad que sólo tiene el ser humano. Es mucho más que comunicarse. Tampoco es lo mismo que hablar. Porque hablar no requiere entendimiento ni comunión, de hecho, no requiere ni siquiera respuesta de la otra parte. Para que haya diálogo debe haber intercambio de ideas, sentimientos y opiniones.

Algunos consejos para mejorar nuestros diálogos son:

1. Expresar el sentimiento. En lugar de decir «a cualquiera le dolería», es mejor decir «a mí me duele». Hay que evitar las generalizaciones y no tener miedo a expresar lo que sentimos. Eso nos ayuda a empatizar mejor.

2. Evitar el victimismo. A nadie le gusta tratar con personas victimistas. Ni a nosotros nos ayuda mantener esa actitud. Debemos ser proactivos, buscar soluciones, proponer caminos…

3. Evitar la pobreza de vocabulario. La riqueza de vocabulario nos ayuda a matizar mejor lo que queremos expresar. A veces no nos entienden porque no sabemos expresarnos bien.

4. Hacer preguntas. No avanzar en la conversación sin estar seguros de que hemos entendido bien lo que el otro ha querido decirnos. Preguntar sin ofender. Preguntar para aclarar bien lo que se está tratando. De este modo evitaremos malos entendidos. No tengamos miedo a preguntar.

5. Escuchar. No adelantarnos a dar respuestas antes de que la persona termine. No buscar soluciones si no nos lo piden. Hacer un hueco dentro de nosotros para acoger lo que nos están diciendo.

6. Dedicar tiempo necesario. Las prisas son enemigas de la calidad. No se nos ocurra tratar asuntos importantes con prisas. se quedarán muchas explicaciones sin dar, muchos matices sin especificar. Y el otro no nos entenderá.

7. Sinceridad y respeto. Cuando una de las partes deja de ser sincera, será más difícil entenderse y la confianza empezará a perderse. La sinceridad es básica, fundamental, para un buen diálogo. se puede decir cualquier cosa con sinceridad sin necesidad de herir al otro. Hay que saber decir lo más duro sin ofender. Ahí entra en juego el respeto. El respeto es contrario a la imposición y a la manipulación. Debemos tener claro cuándo estamos cruzando este límite porque la otra persona en seguida se cierra y no servirá de nada todo lo que digamos después.

8. Eliminar las distracciones. El móvil, la televisión, cualquier interrupción puede echar a perder nuestro diálogo. La otra persona necesita sentirse atendida y acogida al 100% mientras dialogamos con ella.

Si a todo esto, además, podemos darle un toque de humor, de diversión, más que mejor. Cuando nos relajamos somos más auténticos. Y en el diálogo esto es fundamental para conocer mejor a la otra persona.

No dejes que un amor se te muera. No permitas que después te lamentes. A veces es demasiado tarde y no lo podrás recuperar. Cuida tu diálogo con las personas que amas, con tu pareja, con tus hijos y con tus amigos.

3 Comments
  • Daly
    Posted at 14:00h, 01 marzo Responder

    Me ha gustado mucho este tema y Creo q es la clave de toda convivencia . Deberíamos tenerlo todos Como asignatura. Gracias por tus reflexiones.

  • Charlipap
    Posted at 19:19h, 12 abril Responder

    He descubierto tu blog por pura casualidad, y en concreto esta entrada, y me ha venido al pelo en relación con la que yo estoy trabajando en este momento.
    No puedo estar mas de acuerdo con lo que dices en ella. Esta habilidad se debería trabajar desde la infancia. Esta práctica, bien enseñada y practicada es la garantía de la convivencia.
    Gracias por tu entrada.

  • Ivette
    Posted at 17:52h, 20 agosto Responder

    MUY LINDO Y MUY UTIL PARA EL APRENDIZAJE DE APRENDER A DIALOGAR!!
    GRACIAS!

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