33 el musical que hay que ver

Se estrenó el 22 de noviembre y al día siguiente yo estaba viéndolo. Hacía tiempo que en España no se hacía una obra musical sobre Jesús tan profesional. Coincidí con su director y autor de la música y la letra de las canciones: Toño Casado, sacerdote diocesano y ex-salesiano. Lo felicité y le dije que iba a promover esta obra de arte. Así que aquí estoy cumpliendo mi palabra.

33 el musical es eso: un musical, una obra de arte, no un Evangelio, ni una catequesis. Pero es un musical sobre Jesús, por lo que su mensaje no te deja indiferente. Es una actualización de lo que sería hoy la vida de Jesús pero de un modo atemporal. Es decir, que vale para cualquier tiempo. Tal como el Jesús histórico es: un Jesús de hace más de dos mil años cuyo mensaje es válido para hoy y para todos los tiempos. Y eso podemos verlo en los trajes, los personajes llevan pantalones o faldas pero con mantos de la época de Jesús. Podemos verlo en la letra de las canciones; al oírlas todos reconocemos a qué pasaje evangélico se refiere y a la vez las entendemos y relacionamos con lo que vivimos hoy.

Los personajes están muy bien caracterizados. En su mayoría son personas jóvenes, excepto María y el Sumo Sacerdote, respetando la lógica de la historia. Derrochan alegría en la mayor parte de la obra, como corresponde a una buena noticia, a la vez con un punto de humor y también de emoción en momentos como la crucifixión, cuando Jesús deja Nazaret para ir a predicar, el descendimiento de la cruz, etc. Esta caracterización responde muy bien a una posible lectura de los personajes según los Evangelios: Pedro es el líder impetuoso, Juan es el jovencito «enamorado» de Jesús, el Sumo Sacerdote es el autoritario e inflexible líder de los fariseos, etc.

Las letras de las canciones responden a diversos pasajes importantes de la vida de Jesús con un lenguaje actualizado y adaptado para un público más bien juvenil. Pero es muy fácil reconocer en ellas las palabras del Evangelio. Esto facilita mucho una interpretación de la vida de Jesús sencilla y a la vez que invita a la reflexión. Por ejemplo, en la escena de «quién dice la gente que soy yo» realizada a través de un programa de televisión. O el momento en que canta María cuando Jesús se va. Jesús es presentado como el mayor influencer de la historia. No quiero hacer espoiler.

La escenografía es sencilla y a la vez sorprendente. Todo es madera y cambios de iluminación. Ahí es donde más se nota la apuesta profesional de Toño Casado por este musical.

La calidad del sonido es muy buena, se escucha de modo envolvente. Y la música es buena, pero en algunos momentos me recordaba la de otras obras, sobre todo en el momento del juicio de Jesús . Esta sería la pega más importante que yo le pondría al musical. Sin embargo, no se trata de plagio ni mucho menos.

Doctrinalmente, yo no le veo ningún problema. Sin embargo, es posible que a algunos les llame la atención la crítica que subyace detrás de los fariseos a una religión dogmática e inflexible. Creo que esta es la misma crítica que de otro modo está haciendo el papa Francisco en muchas ocasiones. Toño Casado aboga por una religión más carismática y menos dogmática. Esta es una eterna tensión en la historia de la Iglesia, lo fue ya en época de Jesús tal como muestran los Evangelios. Un Jesús que aboga por la misericordia y la compasión, unos fariseos que abogan por la Ley y el Templo. Se puede decir que en la Iglesia podemos encontrar también hoy estas dos tendencias: obispos y sacerdotes que abogan por la teología y el dogma, y obispos y sacerdotes que abogan por una teología y un dogma impregnados de misericordia y compasión.

Otro posible problema que algunos podrían sacarle a la obra es el fracaso de Jesús en la cruz. Los discípulos creían que iban a gobernar Jerusalén. Un fracaso humano real y necesario (sencillamente porque su Reino no es de este mundo) que no termina ahí, en la muerte, sino que queda superado por el triunfo de la vida en la resurrección. Y los apóstoles lo comprenden. Esta es la lectura de todos los tiempos. Y es el hecho que alimenta nuestra esperanza cada vez que nosotros vemos el fracaso humano en las injusticias, los abusos del poder, la violencia, el odio, y nos preguntamos dónde está Dios. Ese Dios que nos indica en la pasión, muerte y resurrección que no perdamos la esperanza porque la muerte y el mal no tienen la última palabra.

Creo que 33 el musical es una obra de arte cristiana, 100% evangélica, que tenemos que apoyar. Ojalá se hicieran más musicales católicos con esta profesionalidad.

Los personajes que representan al Demonio en el momento de las Tentaciones.

Los apóstoles, amigos de Jesús, se hacen una selfie. Él es el mayor influencer de la historia.

Una escena del juicio de Jesús.

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