Gracias por tanto

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Gracias y hasta siempre. Para que luego digan que ser monja es fácil y bonito. Te pasas mucho tiempo en despedidas y dejando un trocito de corazón en cada rincón del mundo que pisas. ¿Acaso eso no es agotador y desgastante? Claro que sí! Y mucho. Dios te llena de un montón de gente que te quiere, a quienes quieres, y ala, al poco a otra parte! Al final recorres tantas vidas y tantos suelos que tu patria es el mundo y tu familia la humanidad. No creo que esta sea la promesa del 100×1 del Maestro porque vaya gracia, menuda bromita!

Vives de sorpresa en sorpresa, de gracia en gracia, de renuncias y regalos continuos, de canciones y llantos, de atardeceres y amaneceres, de miradas y abrazos, de sonrisas y complicidades, de oraciones y confianzas… Y no es por nada, pero esto agota a cualquiera, porque es un vaciarse y llenarse todo el día, todos los días, siempre. Luego llegan las noches y no puedes evitar ese abrazo enorme del Hermano Sueño, profundo, reparador, amigo…

Un querer tremendamente sin retener nunca y, sin embargo, saber que en esa libertad el amor se crece y se hace gigante. Y agradecida decir mil veces gracias, sabiendo que quizás no seas comprendida. Ser monja no es tan fácil, y el caso es que no podría ser nada más. Comprobado, constatado, perseguida eternamente por el que me ha fichado. Tan sencillo como descolocante y alucinante. Dios haciendo su obra, yo inaudita y pasmada…

Y muchas veces sin más palabras. Gracias y hasta siempre. Un nudo en la garganta, una sonrisa al cielo, me la has vuelto a hacer… Dejo esta persona en tus manos. Cuida de esta otra. Arregla mis desastres. Rompe mis cadenas… Llévame feliz a todas partes. Agotada. Tiritando. Pobre y débil. Irreversiblemente conquistada. Llena de gozo y de dolor.

 

 

2 Comments
  • Analia
    Posted at 02:58h, 30 enero Responder

    GRACIAS! ya sabés Hermana, palabras que me hacen afrontar más serenamente una despedida de este lado; soltando, queriendo bien, deseando crecer en una amistad sin cadenas, de comunión y encuentro, más allá de las distancias.
    creo que la verdadera amistad tiene vocación de eternidad. Hay presencias que superan las distancias.

  • Mento
    Posted at 00:19h, 29 enero Responder

    Leer esta esta entrada me ayuda a seguir luchando en mi propia batalla. Gracias hermana por compartir algo también importante.
    Un abrazo.

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