Diles (Miguel Ortega Riquelme)

Diles - Escucha

Me he encontrado de forma totalmente casual con un antiguo libro de Miguel Ortega Riquelme, “A ti te digo”, que trata de pequeñas reflexiones con lenguaje sencillo y con mensaje que sigue siendo muy actual. Una de ellas se titula “Diles” y tiene que ir dirigida necesariamente a alguien que ha tenido una experiencia importante de la que puede “decir” algo. “Diles” a los que no conocen nada acerca de esa experiencia. Ojalá todos pudiéramos “decirles”, no con palabras, sino con una vida que contagie algo diferente a los ruidos, las prisas y la superficialidad de lo habitual. Os dejo el texto literal, quizás -si no hemos tenido una experiencia así- nos entren ganas de adentrarnos en un encuentro tan rompedor que nos lleve a poder tener algo que “decirles” a otros.

“Anda y diles lo que sabes, lo que has visto y lo que has oído.

Háblales sobre la luz que ha brillado para ti en medio de una larga noche.

Cuéntales de la alegría que refleja tu rostro, después que hubo tanta angustia y tanto sufrimiento.

Cuenta cómo esas máscaras que te cubrían han caído en mil pedazos, y hoy te muestras tal cual eres sin complejos ni temores.

Habla del amor sonriente que en ti se ha derramado después del encierro y la soledad en que has vivido.

Anda, anuncia y grita con todo el entusiasmo que tú tengas, con la palabra y el gesto, con la vida y el silencio, lo que el mismo Dios ha hecho en ti.

Anúnciales lo que no saben: que él viene a animar una fiesta en el corazón del hombre. Que viene a buscar lo que está perdido, a transformar en gozo nuestras penas, y a regalar una vida nueva que se ofrece con abundancia.

Diles cómo es el corazón de Dios: no hace diferencias entre los hombres, ya sean grandes o pequeños, de la región del Norte o del Sur, pero en los más débiles tiene su gran debilidad.

A todos los hombres viste, a todos ama, a todos conoce y por todos se preocupa, pero su pan se lo da a los hambrientos y su simpatía está con los humildes.

No se declara a favor de unos ni combate contra los otros, aunque liberta a los oprimidos y mueve de sus tronos a los poderosos.

Su amor no tiene límites ni fronteras, sobrepasa todo lo imaginable, porque está siempre más allá de lo pensado, y es más profundo que cualquier abismo y es más alto que todas las montañas.

Diles, por último, que nada sabes de él. Porque nunca lo podrás tener entre las manos, ni abarcar con tu inteligencia, ni poseer con tus afectos, ni medir con la precisión de un instrumento.

Porque para conocerlo y amarlo, para admirarlo, alabarlo y gozarlo, no bastan los años de esta vida, es necesario tener una vida eterna.”

Publicado en mi antiguo blog www.xiskya.net cuyo dominio me fue robado por una mala persona (una historia larga de contar) y que he podido rescatar gracias a http://web.archive.org/web

1 Comment
  • Antonio Ortega Riquelme
    Posted at 17:32h, 02 junio Responder

    Qué hermosas palabras, llegan al corazòn y lo llenan de gozo.
    He leìdo varios libros de èl.
    Todos te llevan al amor de Dios. al Dios cercano y amoroso.
    Quiero acercarme e El, aquì en la tierra, cada dìa màs.
    Para llegar un dìa al Gozo Eterno.
    Antonio, hermano de Miguel, desde España

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